Mi nombre es Vanina Berghella, soy periodista, especialista en medios digitales y plataformas sociales pero con los años mi foco es la gestión. Mi blog La Propaladora me acompaña desde 2005 y aunque hace años que perdió actualidad diaria cada tanto dejo alguna pista de mi recorrido profesional. ver +
Buenos Aires, Argentina.
Eventos y Conferencias
A confirmarCategorías
Archivos
- octubre 2019
- mayo 2019
- diciembre 2018
- septiembre 2015
- junio 2015
- agosto 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- enero 2013
- septiembre 2012
- julio 2012
- noviembre 2011
- septiembre 2011
- agosto 2011
- julio 2011
- mayo 2011
- abril 2011
- febrero 2011
- enero 2011
- diciembre 2010
- noviembre 2010
- octubre 2010
- septiembre 2010
- agosto 2010
- julio 2010
- junio 2010
- mayo 2010
- abril 2010
- marzo 2010
- enero 2010
- diciembre 2009
- noviembre 2009
- octubre 2009
- septiembre 2009
- agosto 2009
- julio 2009
- junio 2009
- mayo 2009
- abril 2009
- marzo 2009
- febrero 2009
- enero 2009
- diciembre 2008
- noviembre 2008
- octubre 2008
- septiembre 2008
- agosto 2008
- julio 2008
- junio 2008
- mayo 2008
- abril 2008
- marzo 2008
- febrero 2008
- enero 2008
- diciembre 2007
- noviembre 2007
- octubre 2007
- septiembre 2007
- agosto 2007
- julio 2007
- junio 2007
- mayo 2007
- abril 2007
- marzo 2007
- febrero 2007
- enero 2007
- diciembre 2006
- noviembre 2006
- octubre 2006
- septiembre 2006
- agosto 2006
- julio 2006
- junio 2006
- mayo 2006
- abril 2006
- marzo 2006
- febrero 2006
- enero 2006
- diciembre 2005
- noviembre 2005
Lamentablemente -y no sé si de un tiempo acá- ser reportero se ha vuelto un trabajo (¿vocación?) de alto riesgo… ¿cuantas vidas mas se callarán?
sospiro, ojalá entendieramos…
una preguta: ¿El archivo que has subido es .wma? es que este formato no lo reconoce como archivo de audio, a mi me pasó. Después todo los que he subido han sido mp3 así que no se si acepta más formatos.
esnips.com es una comunidad así que si quieres busca algo de música de otro usuario y comprueba si te pasa lo mismo y me cuentas.
Hola, soy yo otravez:
No hagas caso de lo que te he dicho antes, si se puede subir archivos .wma y de otro tipo, pero estoy probando y la dirección que da, no parece valida para el reproductor de wp o al menos aun no lo he conseguido.
Pero creo que tu problema puede ser que la canción la has metido en una carpeta «privada» y por eso solo te sale la opción de descarga, crea una carpeta «pública» y ya debería salir el resto de botones.
Parece increíble que ya hayan pasado 10 años. Aún me acuerdo de aquel año en que el «no se olviden de José Luis Cabezas» era un lema diario.
San: estas en lo cierto.
Paovia: Voy a tu blog y te comento.
Matías: Si parece increíble: Pero más aún cuando, como dijo ayer la madre de Cabezas, hoy en vez de recordarlo, de nuevo estén pidiendo justicia. Como al inicio. Porque no sé si sabras, pero de los seis condenados sólo dos estan en la cárcel. A los demás, se les bajó la pena y salieron por buena conducta. Es triste.
Así como Rodolfo Walsh se convirtió en referente ineludible del periodismo censurado y perseguido por la última dictadura militar, José Luis Cabezas parece haberse transformado en nombre obligado cuando pensamos en cierto periodismo empecinado en cuestionar y en «molestar» a los dueños de nuestra raquítica democracia formal.
La continuidad Walsh-Cabezas remite a una continuidad mucho más abarcativa, que excede el ámbito periodístico. Me refiero a aquella línea que se inicia con las 30 mil desapariciones de 1976/1983 (tal vez antes), y que se prolonga en las víctimas del gatillo fácil, en el asesinato del soldado Omar Carrasco, en la masacre de Avellaneda, en la más reciente desaparición de Julio López, en fin, en todas las víctimas de un sistema regido por el abuso de poder y por una impunidad histórica y total.
Sin dudas, no está mal conmemorar hechos, fechas, nombres. Pero, por lo visto, me temo que nuestro precario ejercicio de la memoria cambia poco y nada las cosas.
Por desgracia el olvido es mucho y el «No se olviden de Cabezas» en muchos casos ya es sólo una frase.
En absoluto, Horacio.