San Telmo es uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires. Es el lugar fundacional del centro de la Ciudad y cuenta con características únicas e irreproducibles en otro barrio. Cuando cada invierno la luz del sol desaparece y nos adentramos por sus calles a caminar, sus callecitas empedradas y faroles de luces amarillentas hacen de San Telmo un barrio especial y místico. Barrio de candome y cuchilleros, San Telmo supo ser el epicentro de la Buenos Aires colonial.

Vine a vivir a San Telmo (a la esq. de San Juan y Balcarce) a principios de 2002, cuando el boom turístico no era tal (sí, muchos vecinos dirán que ya en ese momento empezaba a cambiar la cara del barrio) y aún permanecían negocios tradicionales: perfumerías, zapaterías, farmacias, mercerías y un sinfín de tiendas para el vecino. Poco a poco, los dueños de estos locales los vendieron, tentados por suculentas sumas y allí mismo nacieron nuevas casas de antigüedades, cafés, bares y todo tipo de negocio para el turista.

Es cierto que las ciudades crecen, se desarrollan, cambian su fisonomía; todo esto es cierto. Pero nunca es lógico si con esos cambios se cambia la identidad de un barrio. Lo cierto, incluso es que este barrio se ha vuelto cosmopolita. Hoy en cada esquina se escuchan voces políglotas, pero no sólo de paseantes, sino de residentes. Es que muchos turistas se enamoraron de San Telmo y se compararon su departamento o casa aquí.

Claro está que esto también nos afectó: los precios de los inmuebles se fueron a las nubes y la oferta disminuyó. Así, a mi también me tocó moverme varias cuadras (hasta San Cristóbal) cuando en 2006 no pude encontrar un departamento en alquiler con precios razonables.

Hace algunos meses, la nostalgia y la búsqueda insistente permitieron que este año pueda volver. Encontré un hermoso lugar en la cuadra más bella del barrio (¡no lo voy a decir, me gustaría que vengan y descubran por ustedes mismos cuál es o elijan la que más les gusta!) y me decido a no irme, al menos mientras viva en la Capital.

Pero, ¿por qué este post off topic para La Propaladora?. Es que esta semana leo una nota en La Nación que me deja perpleja y llena de interrogantes acerca de lo que se propone hacer el Gobierno de la Ciudad. Quiero hacer la salvedad que tomo como argumentos los expuestos en el artículo. Pero veamos. El título ya asusta “Con más peatonales, prometen una renovación integral de San Telmo”. ¿Desde cuándo un barrio antiguo tiene que ser renovado?. Y se viene el primer párrafo extraño:

“En la calle Estados Unidos, entre Tacuarí y Perú, se reconstruirán las veredas y se pondrán baldosas con un diseño nuevo. También se colocarán columnas de alumbrado de diseño contemporáneo, situadas sobre uno de los frentes de cada cuadra, como se advierten en ciudades modernas del mundo.”

A ver, a ver. Reitero, estamos hablando del barrio más antiguo y así comienza la explicación de los cambios el jefe de gabinete de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. ¿No es algo incongruente que se pretenda colocar artefactos “contemporáneos”?
Continú con lo que dice el artículo:

“En ese sentido, la calle Defensa, entre Hipólito Yrigoyen y la avenida Caseros, será adaptada al estilo moderno, como también ocurrirá con otras calles de la ciudad. La propuesta busca revitalizar el tradicional recorrido, al conectar el parque Lezama con Plaza de Mayo”

¿Cómo, cómo, cómo? Que la calle Defensa se adaptará al “estilo moderno”. Honestamente no entiendo lo que se busca hacer. Con todo esto, no quiero decir que al barrio no le hacen falta mejoras. MUY por el contrario. Ha sido y es un barrio (junto a los otros de la zona sur de la Ciudad: La Boca, Barracas, San Cristóbal, entre otros) de los más olvidados por todos y cada uno de los gobiernos municipales. Hay más basura (los vecinos son los únicos que se preocupan y empiezan a movilizarse), calles rotas, deterioro edilicio y menos centros de salud y educativos en comparación a otros barrios. Con lo cual, claro! Que quisiera que mejoren a San Telmo. Pero, ¿es de esta forma? ¿Desprotegiendo la identidad del barrio?

La foto que ven abajo es de un nuevo-futuro “hotel boutique” que se está por abrir. Para hacer semejante caja de vidrio se derribó una casa y se rompió con la armonía arquitectónica de una de las cuadras más lindas: Carlos Calvo, entre Balcarce y Defensa. ¿No sería este tipo de cosas las que habría rever? ¡Ojo, con trasladar el boom de las torres como sucede en Caballito, Recoleta, Barrio Norte o Palermo!.

Vía Buenos Aires era linda

En el artículo de LN se hace mención a que las mejoras ayudarán a iluminar mejor el barrio y se pretende además, peatonalizar la calle Defensa. No es que esté en contra de la iluminación, pero cuidado, con hacerlo con artefactos que le resten valor al patrimonio arquitectónico de un lugar. Porque si la calle va a quedar como un estadio de fútbol, prefiero que nos quedemos como está.

Mi preocupación hace foco en querer saber si estos cambios fueron analizados como corresponde y no serán hechos como la gran mayoría de las cosas en nuestro país: sin pensar. Ojalá me equivoque y San Telmo quede hermoso luego de las mejoras sin perder las características que lo destacan, pero algo me dice que, lamentablemente no será así.

Sé que este post, como dice un amigo blogger, es uno de esos que nadie leerá pero que igualmente tenía muchas ganas de escribir. Así que aunque quede dando vueltas en la red, acá vá: se publica!