Tanto la Nación como la Ciudad están poniendo en marcha diferentes actividades que descuenten el tiempo hacia el 25 de Mayo del 2010.
Entre el sábado y el domingo estuve dando vueltas por Buenos Aires y me sumé a los varios de éstos festejos que comienzan a transitar el Bicentenario. El que quiero comentar es el show de apertura que organizó la Ciudad ayer domingo.
Los alrededores del escenario ubicado en Corrientes y 9 de Julio se fueron completando poco antes de las 20hs y para el momento en que sonaron los primeros tambores del grupo de percusión La Bomba de Tiempo no cabía un alfiler.

Algo más de media hora se hicieron sentir los repiques para darle paso a los dúos que cantarían los himnos patrios. Así hubo buenas interpretaciones (se pueden bajar todas desde acá) como las de Hilda Lizarazu y Diego Frenkel cantando el Saludo a la Bandera, Baglietto y No lo Soporto en Mi Bandera o el polémico Himno a Sarmiento, cantado por Pablo Lescano (y sí, muchos no le iban a perdonar al líder del grupo Damas Gratis cantar un “himno”) y Kevin Johansen.

Debo reconocer que los himnos no me llaman mucho la atención y menos que tienen el simbolismo que históricamente se les pretende dar, pero la verdad es que disfruté las versiones que llevaban el arreglo impecable de Lito Vitale.
Pero con lo que realmente me deleité fue con el cierre de Bajo Fondo junto a Gustavo Santaolalla. Fue de verdad impactante. En el marco del centro porteño y con unas 60 mil personas aplaudiendo la banda sonaba impresionante. Vale la pena asistir a alguna de sus presentaciones para sentir la energía que generan. Tango, hip hop, música electrónica y otras fusiones hacen de ésta música algo inusual.