Fotos: Esta galería contiene fotos tomadas por María Paula Pía (@chapita), Walter Pagliardini (@tgrq), Nicolás Píccoli (@sic) y Vanina Berghella (@vanis)
Hoy el día en Buenos Aires amaneció húmedo y nublado, con ganas de llover, pero al final el agua no llegó y la tarde se prestó para recibir con ganas los desfiles, actos y recitales preparados para celebrar el Bicentenario Argentino. Aunque ayer viernes fue el inicio oficial con un recital de rock, hoy comenzaron las actividades completas.
Desde medio día el ambiente en las calles de San Telmo tenían un ritmo inusual para ser un Sábado. La plaza Dorrego estaba casi vacía y mucha gente se movilizaba, por las calles del sur hacia la avenida 9 de Julio.
Lo cierto es que llegar y ver la gran avenida de Buenos Aires fue sorprendente. Hacia las tres de la tarde, mareas humanas se movilizaban desde las avenidas Independencia, donde comenzaban los desfiles, hasta Corrientes pasando por cuadras repletas de stands de cada provincia argentina. Comidas, representaciones culturales, personas vestidas con trajes típicos, música y bailes en cada esquina.
La ciudad no podía estar más bella. Especialmente por la gente. Familias enteras, parejas, chicos, grandes, todos se mostraban felices por vivir lo que estaban viviendo. Se escuchaban tonadas y acentos de todas las provincias y turistas del extranjero que también se sorprendían por tanto color y actividad.
Hoy fue el turno del desfile militar, que siempre fascina a los más chicos por su perfección de paso. Después llegaron las carrozas de las provincias. Sin dudas la correntina fue la más colorida y ovacionada al mostrar su carnaval de danza y hermosas mujeres en pleno centro porteño.
Pero el cierre con la bandera argentina, extensa y flameante en las manos de cientos de personas fue el cierre perfecto para los desfiles del día. Al mismo tiempo, poco a poco, miles de personas se acercaban hacia el escenario principal, ubicado al pie del Obelisco en su cara al Sur, para encontrar el mejor lugar a la espera del segundo recital. Mientras otros tantos colmaban los cafés y restaurantes ubicados a la vera de la 9 de Julio.
La noche trajo de la mano la música latinoamericana y subieron al escenario León Gieco, Jaime Roos, Gilberto Gil, Pablo Milanés, Víctor Heredia, Gustavo Santaolalla, la cantante colombiana Toto la Momposina y también estuvo presente un grupo de arpa paraguayo. El show duró más de ocho horas (más allá de las 4am!) y se estima que hubo un millón de personas. La gente cantó, gritó, bailó, se emocionó. Quizás no sea el número exacto de personas, pero lo cierto es que la avenida estaba repleta y se perdía en el horizonte urbano el inmenso grupo de personas. El cierre fue a lo grande y cantado por Gieco y todos los artistas: Sólo le pido a Dios.
Fue un gran primer día de festejos. Insisto hoy vi gente feliz, distendida, vi argentinos con sonrisas en la cara y eso vale mucho.
qué lindo que hayan sido las cosas así. Feliz 200 anos de patria argentina
[…] Bicentenario, Día 1 – La Propaladora […]
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